(2) Como te rogué que te quedaras en Éfeso cuando fui a Macedonia, para que pudieras acusar a algunos de que no enseñen ninguna otra doctrina,

(2) Toda esta epístola consiste en amonestaciones, en las que se establecen claramente todos los deberes de un pastor fiel. Y la primera amonestación es esta, que no se hace ninguna innovación ni en la doctrina del apóstol misma ni en la manera de enseñarla.

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