(7) Porque si estas cosas hay en vosotros, y abundan, os harán [que no seáis] estériles ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

(7) Así como esos frutos brotan del verdadero conocimiento de Cristo, de la misma manera el conocimiento mismo se fomenta y crece al producir tales frutos, de tal manera que el que es infructuoso, o nunca conoció la verdadera luz, o ha olvidado el don de la santificación que ha recibido.

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