(1) Hermanos, estamos obligados a dar gracias a Dios siempre por ustedes, como conviene, porque su fe (a) crece en gran manera, y la caridad de cada uno de ustedes para con los demás abunda;

(1) La primera parte de la epístola, en la que se regocija de que, por la gracia de Dios, hayan soportado valientemente todos los asaltos de sus enemigos. Y en esto los fortalece y anima, mostrándoles además con qué dones deben luchar principalmente, es decir, con la fe y la caridad, que deben crecer día a día.

(a) Que si bien creció antes, también recibe un aumento cada día más y más.

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