3 Para dar gracias. Comienza con elogios, para que tenga ocasión de pasar a la exhortación, ya que de esta manera tenemos más éxito entre los que ya han ingresado al curso, cuando sin pasar en silencio su progreso anterior, les recordamos cuán lejos aún están por llegar a la meta y agítalos para avanzar. Sin embargo, como había elogiado en la antigua Epístola su fe y amor, ahora declara el aumento de ambos. Y, sin lugar a dudas, este curso debería ser seguido por todos los piadosos: examinarse diariamente y ver hasta dónde han avanzado. Por lo tanto, esta es la verdadera recomendación de los creyentes: su crecimiento diario en la fe y el amor. Cuando dice siempre, quiere decir que constantemente recibe nuevas oportunidades. Anteriormente había dado gracias a Dios por su cuenta. Él dice que ahora tiene la oportunidad de hacerlo nuevamente, sobre la base del progreso diario. Sin embargo, cuando da gracias a Dios por este motivo, declara que las ampliaciones, no menos que los comienzos, de la fe y el amor provienen de él, ya que si procedieran del poder de los hombres, se fingiría la acción de gracias, o al menos menos inútil Además, muestra que su habilidad no era trivial, ni siquiera ordinaria, sino más abundante. Tanto más vergonzosa es nuestra lentitud, en la medida en que apenas avanzamos un pie durante un largo espacio de tiempo.

Como es cumplir. En estas palabras, Pablo muestra que estamos obligados a dar gracias a Dios, no solo cuando nos hace bien, sino también cuando tenemos en cuenta los favores otorgados por él a nuestros hermanos. Porque donde sea que brille la bondad de Dios, nos toca ensalzarla. Además, el bienestar de nuestros hermanos debería ser tan querido para nosotros, que deberíamos considerar entre nuestros propios beneficios todo lo que se les ha conferido. Más aún, si consideramos la naturaleza y lo sagrado de la unidad del cuerpo de Cristo, tal comunión mutua tendrá lugar entre nosotros, que consideraremos los beneficios conferidos a un miembro individual como una ganancia para toda la Iglesia. Por lo tanto, al exaltar los beneficios de Dios, siempre debemos estar atentos a todo el cuerpo de la Iglesia.

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