Y oré a Jehová mi Dios, e hice mi confesión, y dije: Oh Señor, Dios grande y terrible, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y con los que guardan sus mandamientos;

(e) Es decir, tiene todo el poder en ti mismo para ejecutar tus terribles juicios contra los pecadores obstinados, ya que eres rico en misericordia para consolar a los que obedecen tu palabra y te aman.

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