(16) En quien también vosotros [confiasteis], después que oísteis la (q) palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en quien también después de que habéis creído, fuisteis sellados con ese (s) Espíritu (s) santo (s) de promesa,

(16) Ahora hace a los efesios (o más bien a todos los gentiles) iguales a los judíos, porque aunque llegaron últimos, siendo llamados por el mismo Evangelio, abrazaron la fe y fueron sellados con el mismo Espíritu, que es el prenda de elección, hasta que se vea la herencia misma. Y esto es para que también en ellos la gloria de Dios resplandezca y se manifieste.

(q) Esa palabra que es verdad en verdad, porque viene de Dios.

(r) Ésta es una metáfora tomada de un sello que, puesto en cualquier cosa, distingue entre las cosas que son auténticas y las que no lo son.

(s) Con el Espíritu, que no trae la Ley, sino la promesa de adopción gratuita.

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