Verso 13. En quien vosotros también habéis confiado... Vosotros, los gentiles, habiendo oído de nosotros la palabra, τονλογον, la doctrina, de la verdad, que es el Evangelio, o la buena nueva, de vuestra salvación, habéis creído, como nosotros los judíos, y habéis recibido bendiciones similares a las que Dios nos ha favorecido.

En quien también, εν ω, por quien, Cristo Jesús, después de haber creído, es decir, que era el único Salvador, y que por su sangre se podía obtener la redención, fuisteis sellados con ese santo Espíritu de la promesa; es decir, el Espíritu Santo, que se promete a los que creen en Cristo Jesús, os fue dado, y así se comprobó que erais hijos de Dios, pues Dios no tiene ningún hijo que no sea partícipe del Espíritu Santo, y el que tiene este Espíritu tiene el sello de Dios de que pertenece a la familia celestial. Era costumbre entre todas las naciones, cuando una persona compraba bienes de cualquier tipo, marcar con su sello lo que había comprado, para poder conocerlo y poder reclamarlo si se mezclaba con los bienes de otros; a esta costumbre puede aludir aquí el apóstol, pero también era costumbre poner un sello en lo que se dedicaba a Dios, o en lo que se le iba a ofrecer en sacrificio.  Ver esto probado en la nota sobre " Juan 6:27 " . Los mismos judíos hablan del sello de Dios, que denominan emeth, verdad, y que consideran como una representación de las perfecciones no originadas e infinitas de Dios. Como el apóstol habla aquí de la doctrina de la verdad, que vino por el Espíritu Santo, y es sellada en las almas de los creyentes por este Espíritu, puede tener en vista la noción judía, que es a la vez correcta y elevada. Este Espíritu de verdad, Juan 14:17 , que conduce a toda la verdad , Juan 16:13 , y enseña todas las cosas , Juan 14:26 , hace la impresión de su propia pureza y verdad eternas en las almas de los que creen, y así llevan el sello de Dios Todopoderoso. Y los que en el día del juicio sean hallados portadores de este sello: la VERDAD; la verdad en las partes internas, habiéndose arrepentido verdaderamente, habiendo creído verdaderamente, y habiendo sido en consecuencia verdaderamente justificados y santificados; y habiendo caminado en verdad y sinceridad hacia Dios y hacia los hombres; éstos son sellados para el día de la redención; porque, teniendo este sello, se ve que tienen derecho a la vida eterna.

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