Por tanto, yo, (1) prisionero del Señor, os ruego que andéis dignos de la (a) vocación a la que fuisteis llamados,

(1) Otra parte de la epístola, que contiene preceptos de la vida cristiana, cuyo resumen es este: que cada uno se comporte como conviene a tan excelente gracia de Dios.

(a) Con esto se entiende el llamado general de los fieles, que es este, a ser santos como nuestro Dios es santo.

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