(3) Sobrellevad los unos las cargas de los demás y cumplid así la (e) ley de Cristo.

(3) Él muestra que este es el fin de las reprensiones, para levantar a nuestro hermano que ha caído, y no para oprimirlo con orgullo. Por tanto, cada uno debe procurar que su propia vida sea alabada, aprobándose a sí mismo y no reprendiendo a los demás.

(e) Cristo, en palabras sencillas y claras, llama al mandamiento de la caridad su mandamiento.

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