Epístola de Ignacio a Hero, diácono de Antioquía

Cuídate de conservar la concordia con los santos. Lleva [las cargas de] los débiles, para que “cumplas la ley de Cristo”[2].

Clemente de Alejandría El Instructor Libro III

No os dejéis engañar; Dios no es burlado. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos»[203].

Clemente de Alejandría Stromata Libro III

Nos quidem castitatem, et eos, quibus hoc a Deo datum est, beatos decimus: monogamiam autem, et quae consistit in uno solum matrimonio, honestatem admira tour; dicerites tamen oportere aliorum misereri, et "alterum alterius onera portare,"[5]

Tertuliano contra Marción Libro V

¡la esencia de todo esto se concentra en este único precepto! Pero esta condensación de la ley, de hecho, sólo es posible para Aquel que es el Autor de ella. Cuando, por tanto, dice: "Llevad las cargas los unos de los otros, y cumplid así la ley de Cristo",[180]

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