Cuando lo vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron y dijeron: a) Crucifícalo, crucifícalo. Pilato les dijo: Tomadlo y crucifícalo, porque no hallo en él falta.

(a) Harán crucificar a aquel a quien, según una antigua costumbre suya, deberían haber apedreado y colgado como convicto de blasfemia; pero desean que lo crucifiquen a la manera de los romanos.

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