Y si tu (s) ojo (s) derecho (s) te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo se debilite. arrojado al infierno.

(r) Él nombra el ojo derecho y la mano derecha, porque las partes del lado derecho de nuestro cuerpo son las principales y las más dispuestas a cometer cualquier maldad.

(s) Literalmente, te ofenden: porque los pecados son, por así decirlo, piedras de tropiezo, es decir, rocas sobre las que somos arrojados.

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