Para que hagan el mal con ambas manos, el príncipe pide, y el juez pide recompensa; y el (c) gran [hombre], expresa su malicioso deseo: así (d) lo envuelven.

(c) Es decir, el rico que es capaz de dar dinero, no se abstiene de hacer maldad ni daño.

(d) Estos hombres se ponen de acuerdo entre ellos y conspiran unos con otros para hacer el mal.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad