(21) Entonces Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo estaréis entre dos opiniones? si el SEÑOR es Dios, síguelo; pero si es Baal, síguelo. Y la gente no le respondió ni una palabra.

Este argumento era muy poderoso para la decisión de carácter: pero la pregunta a un infiel aún estaría indeterminada; ¿Quién es el Señor? Esto fue resuelto por el milagro subsiguiente.

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