(27) Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, se vistió con cilicio, ayunó, se acostó en cilicio y anduvo despacio. (28) Y vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: (29) ¿Ves cómo Acab se humilla delante de mí? porque él se humilló delante de mí, no traeré el mal en sus días, pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.

Aunque Acab se humilló ante el Señor, y como otro Félix, tembló; sin embargo, no leemos nada de su corazón vuelto hacia el Señor. Pero he aquí la misericordia de Dios. El día malo se pospone, dando a entender la disposición del Señor a perdonar y su renuencia a castigar. ¿Cómo te dejaré, Efraín? ¿cómo te libraré, Israel? ¿Cómo te pondré como Adma? ¿Cómo te pondré como Zeboim? Oseas 11:8 .

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad