El viento del norte ahuyenta la lluvia, así el rostro airado, la lengua calumniosa. Mejor es vivir en un rincón del terrado, que con mujer rencillosa y en casa espaciosa. Como aguas frías para un alma sedienta, así son las buenas noticias de un país lejano.

¿Alguna vez se proclamaron nuevas como las nuevas de la salvación? Y qué aguas para un alma sedienta, puede igualar la satisfacción de las almas sedientas, cuando se sacia con la redención en la sangre de Cristo. Noticias en verdad de un país lejano, porque viene del cielo a la tierra y de Dios al hombre. Ángeles se apostaron para proclamarlo; y Jesús vino y lo confirmó con su sangre: ¡bendiciones en su nombre!

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