Estas son dulces oraciones, y cuando se ofrecen con fe por medio de Él, que es el Señor nuestra justicia, entonces esperemos que el que es el sol de justicia, y tanto la sustancia como el fin de la ley, para justicia a todo aquel que cree, Acompañará dulcemente, por su Espíritu bendito, el cántico de alabanza y amor en el que celebramos sus glorias, que lo alabaremos aquí, y dentro de poco lo alabaremos sin cesar, con el Padre y el Espíritu Santo, en el firmamento de su gloria. para siempre jamás. Amén.

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