Qué oración tan devota es esta, y qué bendición se pretende en el descubrimiento. Observe cuál es el objeto de la petición; no saber la hora de la muerte, o el lugar de partida, o los medios que Dios en sabiduría podría designar para producir la terminación de la vida; estos no eran los temas que el salmista tenía en mente; pero esa gracia podría impresionar de tal manera su mente con un sentido de la fragilidad del cargo en la vida, que una preparación habitual, como un peregrino en su viaje, podría prepararlo siempre para la llamada.

Cuán dulce y cariñosamente refuerza Jesús esto, cuando dice: Estad también vosotros preparados, porque a la hora que no pensáis, vendrá el Hijo del Hombre. Mateo 24:44 .

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