• Jeremias 30:12

    Porque así ha dicho el SEÑOR: Tu quebranto es incurable y tu herida es grave.

  • Jeremias 30:13

    No hay quien juzgue tu causa; no tienes remedio eficaz para tu úlcera.

  • Jeremias 30:14

    Todos tus amantes se han olvidado de ti; ya no te buscan. Porque te he herido como a enemigo con castigo de hombre cruel, a causa del gran número de tus maldades y de la multitud de tus pecados.

  • Jeremias 30:15

    ¿Por qué gritas por tu quebranto? Tu dolor es incurable, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.

  • Jeremias 30:16

    Pero todos los que te devoran serán devorados; y todos tus enemigos, todos ellos, irán en cautividad. Los que te saquean serán víctimas del saqueo, y a todos los que te despojan los entregaré al despojo.

  • Jeremias 30:17

    Porque yo te traeré sanidad y curaré tus heridas, dice el SEÑOR; pues te han llamado Desechada, diciendo: ‘Esta es Sion, a quien nadie busca’ ”.

  • Jeremias 30:18

    Así ha dicho el SEÑOR: “He aquí, yo restauraré de la cautividad las tiendas de Jacob; de sus moradas tendré misericordia. La ciudad será reedificada sobre su montículo de escombros, y el palacio quedará en su lugar.

  • Jeremias 30:19

    Acciones de gracias saldrán de ellos, y la voz de los que se regocijan. Los multiplicaré, y no serán disminuidos. Los honraré, y no serán insignificantes.

  • Jeremias 30:20

    Sus hijos serán como en el pasado, y su congregación tendrá estabilidad delante de mí. Y castigaré a todos sus opresores.

  • Jeremias 30:21

    “Uno de ellos será su soberano, y de en medio de ellos saldrá su gobernante. Yo lo haré acercarse, y él se acercará a mí. Porque, ¿quién es aquel que arriesga su corazón para acercarse a mí?, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 30:22

    Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

  • Jeremias 30:23

    “He aquí que el huracán del SEÑOR sale con furor. Es un huracán que gira e irrumpe sobre la cabeza de los impíos.

  • Jeremias 30:24

    No se apartará el ardor de la ira del SEÑOR hasta que haya hecho y cumplido los propósitos de su corazón. Al final de los días lo entenderán.

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