• Jeremias 9:12

    ¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca del SEÑOR, de manera que lo pueda declarar? ¿Por qué ha perecido la tierra y ha sido devastada cual desierto, de modo que nadie pase por ella?

  • Jeremias 9:13

    Y el SEÑOR dijo: “Porque dejaron mi ley, la cual puse delante de ellos. No obedecieron mi voz ni caminaron conforme a ella.

  • Jeremias 9:14

    Más bien, fueron tras la porfía de sus corazones y tras los Baales, como sus padres les enseñaron.

  • Jeremias 9:15

    Por tanto, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel, he aquí que haré comer ajenjo a este pueblo; los haré beber aguas envenenadas.

  • Jeremias 9:16

    Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron. Y enviaré tras ellos la espada, hasta que yo los extermine.

  • Jeremias 9:17

    Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Consideren y llamen a las plañideras, y que vengan; envíen a llamar a las más expertas, y que vengan”.

  • Jeremias 9:18

    ¡Apresúrense y prorrumpan en lamento por nosotros! Derramen lágrimas nuestros ojos; fluya agua de nuestros párpados.

  • Jeremias 9:19

    Porque en Sion se oye la voz de un lamento: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera hemos sido avergonzados porque hemos abandonado la tierra, porque han derribado nuestras moradas.

  • Jeremias 9:20

    Escuchen, oh mujeres, la palabra del SEÑOR; reciba su oído la palabra de su boca. Enseñen lamentos a sus hijas; cantos fúnebres, cada una a su compañera.

  • Jeremias 9:21

    Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas y ha entrado en nuestros palacios, para barrer a los niños de las calles y a los jóvenes de las plazas.

  • Jeremias 9:22

    Diles que así dice el SEÑOR: “Los cuerpos de los hombres muertos caerán como abono sobre la superficie del campo. Como manojos caerán detrás del segador, y no habrá quien los recoja”.

  • Jeremias 9:23

    Así ha dicho el SEÑOR: “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni se alabe el rico en sus riquezas.

  • Jeremias 9:24

    Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 9:25

    “He aquí, vienen días, dice el SEÑOR, en que traeré el castigo sobre todo circuncidado y sobre todo incircunciso:

  • Jeremias 9:26

    sobre Egipto, Judá, Edom, los hijos de Amón y Moab, y sobre todos los que se rapan las sienes y habitan en el desierto. Porque todas estas naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón”.

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