• Job 31:31

    ¿Acaso los hombres de mi morada no decían: “No se podrá hallar a alguien que no se haya saciado con su carne”?

  • Job 31:32

    El forastero no pasaba la noche en la calle pues yo abría mis puertas al caminante.

  • Job 31:33

    ¿Acaso cual Adán he encubierto mis transgresiones escondiendo en mi seno mi iniquidad?

  • Job 31:34

    Pues estaba alarmado de la gran multitud y me atemorizaba el desprecio de las familias, de modo que callé y no salí a mi puerta…

  • Job 31:35

    ¡Oh, si yo tuviera quién me oyera! »He aquí mi firma. ¡Que el Todopoderoso me responda! ¡Que mi adversario escriba un acta contra mí!

  • Job 31:36

    Ciertamente yo la llevaría sobre el hombro, y me la ceñiría cual corona.

  • Job 31:37

    Yo le rendiría cuentas de todos mis pasos; como un príncipe me acercaría a él.

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