• Nehemías 9:5

    Los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías dijeron: “¡Levántense, bendigan al SEÑOR su Dios, desde la eternidad hasta la eternidad!”. “Bendigan tu nombre glorioso, y sea exaltado más que toda bendición y alabanza”.

  • Nehemías 9:6

    [1]“Solo tú eres el SEÑOR; tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú sostienes con vida a todos; los ejércitos de los cielos te adoran.

  • Nehemías 9:7

    “Tú eres, oh SEÑOR, el Dios que escogiste a Abram. Lo sacaste de Ur de los caldeos y le pusiste por nombre Abraham.

  • Nehemías 9:8

    Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste un pacto con él para darle la tierra de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos, a fin de darla a su descendencia. Y cumpliste tu palabra porque tú eres justo.

  • Nehemías 9:9

    “Miraste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor junto al mar Rojo.

  • Nehemías 9:10

    Hiciste señales y prodigios contra el faraón, contra todos sus servidores y contra todo el pueblo de su tierra. Porque sabías que contra ellos habían actuado con soberbia, y te hiciste un gran nombre, como en el día de hoy.

  • Nehemías 9:11

    “Dividiste ante ellos el mar, de modo que pasaron en seco por medio de él. Pero a sus perseguidores echaste en las profundidades, como una piedra en las poderosas aguas.

  • Nehemías 9:12

    Los guiaste de día con una columna de nube, y de noche con una columna de fuego, para alumbrarles el camino por donde habían de ir.

  • Nehemías 9:13

    “Descendiste sobre el monte Sinaí y les hablaste desde el cielo. Les diste decretos rectos, instrucciones fieles, leyes y mandamientos buenos.

  • Nehemías 9:14

    Les hiciste conocer tu santo sábado y les prescribiste mandamientos, leyes e instrucciones por medio de tu siervo Moisés.

  • Nehemías 9:15

    “Cuando tuvieron hambre les diste pan del cielo; y cuando tuvieron sed les sacaste agua de la peña. Les prometiste que entrarían para tomar posesión de la tierra por la cual alzaste tu mano jurando que les darías.

  • Nehemías 9:16

    Pero ellos y nuestros padres actuaron con soberbia; endurecieron su cerviz y no escucharon tus mandamientos.

  • Nehemías 9:17

    No quisieron escuchar ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho entre ellos. Más bien, endurecieron su cerviz y designaron un jefe para regresar a su esclavitud en Egipto. Pero tú que eres un Dios perdonador, clemente y compasivo, tardo para la ira y grande en misericordia, no los abandonaste.

  • Nehemías 9:18

    “Aun cuando se hicieron un becerro de fundición, cuando dijeron: ‘Este es tu dios que te hizo subir de Egipto’, y cometieron grandes abominaciones,

  • Nehemías 9:19

    tú por tu gran misericordia no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día para guiarlos por el camino; ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.

  • Nehemías 9:20

    Diste tu buen Espíritu para enseñarles. No retiraste de su boca tu maná y les diste agua para su sed.

  • Nehemías 9:21

    Los sustentaste durante cuarenta años en el desierto; nada les faltó. Sus vestidos no se envejecieron ni se hincharon sus pies.

  • Nehemías 9:22

    “Les entregaste reinos y pueblos, y se los distribuiste por regiones. Así llegaron a tomar posesión de la tierra de Sejón, es decir, la tierra del rey de Hesbón y de la tierra de Og, rey de Basán.

  • Nehemías 9:23

    Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra que habías prometido a sus padres que entrarían para tomarla en posesión.

  • Nehemías 9:24

    Sus hijos entraron y tomaron posesión de la tierra. Delante de ellos sometiste a los cananeos, los habitantes de dicha tierra, y los entregaste en su mano, con sus reyes y los pueblos de la tierra para que hicieran con ellos según su voluntad.

  • Nehemías 9:25

    Tomaron ciudades fortificadas y una tierra fértil. Heredaron casas llenas de todo bien, cisternas cavadas, viñas, olivares y muchísimos árboles de fruto comestible. Comieron y se saciaron; engordaron y se deleitaron en tu gran bondad.

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