• Proverbios 26:17

    El que se entremete en pleito ajeno es como el que agarra de las orejas a un perro que pasa.

  • Proverbios 26:18

    Como el que enloquece y arroja dardos y flechas de muerte,

  • Proverbios 26:19

    así es el hombre que defrauda a su amigo y dice: “¿Acaso no estaba yo bromeando?”.

  • Proverbios 26:20

    Sin leña se apaga el fuego; y donde no hay chismoso cesa la contienda.

  • Proverbios 26:21

    El carbón es para las brasas, la leña para el fuego y el hombre rencilloso para provocar peleas.

  • Proverbios 26:22

    Las palabras del chismoso parecen suaves, pero penetran hasta lo recóndito del ser.

  • Proverbios 26:23

    Como escorias de plata arrojadas sobre un tiesto, son los labios enardecidos y el corazón vil.

  • Proverbios 26:24

    El que aborrece disimula con sus labios, pero en su interior trama el fraude.

  • Proverbios 26:25

    Cuando hable amigablemente no le creas; porque siete abominaciones hay en su corazón.

  • Proverbios 26:26

    Aunque con engaño encubra su odio, su maldad será descubierta en la congregación.

  • Proverbios 26:27

    El que cava fosa caerá en ella; y al que hace rodar una piedra esta le vendrá encima.

  • Proverbios 26:28

    La lengua mentirosa atormenta a su víctima, y la boca lisonjera causa la ruina.

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