• Romanos 11:18

    no te jactes contra las demás ramas. Pero aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz sino la raíz a ti.

  • Romanos 11:19

    Entonces dirás: “Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”.

  • Romanos 11:20

    Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas. Pero tú por tu fe estás firme. No te ensoberbezcas sino teme;

  • Romanos 11:21

    porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

  • Romanos 11:22

    Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; pero la bondad para contigo, si permaneces en su bondad. De otra manera, tú también serás cortado.

  • Romanos 11:23

    Y ellos también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; porque Dios es poderoso para injertarlos de nuevo.

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