• Salmo 42:5

    ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser,

  • Salmo 42:6

    y mi Dios! Mi alma está abatida dentro de mí. Por esto me acordaré de ti en la tierra del Jordán y del Hermón, en el monte de Mizar.

  • Salmo 42:7

    Un abismo llama a otro por la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Continúa después de la publicidad