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Al músico principal. De los hijos de Coré. Sobre Alamot. Cántico. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
             
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Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,
             
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aunque sus aguas rujan y echen espuma, y se estremezcan los montes por su braveza. Selah
             
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Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios; el santuario, morada del Altísimo.
             
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Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana.
             
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Las naciones se conmocionan, se tambalean los reinos. Él emite su voz, y se derrite la tierra.
             
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El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
             
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Vengan y vean los hechos del SEÑOR, quien ha causado desolaciones en la tierra.
             
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Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras; quiebra el arco, rompe la lanza y quema los carros en el fuego.
             
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“Estén quietos y reconozcan que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra”.
             
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El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah 
             
            
    
    
    
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