• Salmo 73:21

    De veras se amargaba mi corazón y en mi interior sentía punzadas.

  • Salmo 73:22

    Pues yo era ignorante y no entendía; yo era como un animal delante de ti.

  • Salmo 73:23

    Con todo, yo siempre estuve contigo. Me tomaste de la mano derecha.

  • Salmo 73:24

    Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.

  • Salmo 73:25

    ¿A quién tengo yo en los cielos? Aparte de ti nada deseo en la tierra.

  • Salmo 73:26

    Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre.

  • Salmo 73:27

    Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; pues tú destruirás a todo aquel que se prostituye apartándose de ti.

  • Salmo 73:28

    En cuanto a mí, la cercanía de Dios constituye el bien. En el SEÑOR Dios he puesto mi refugio para contar todas tus obras.

Continúa después de la publicidad