Ahora bien, me gozo, no de que os hayais arrepentido, sino de que os hayais entristecido hasta el arrepentimiento; porque os habéis arrepentido conforme a Dios, para que en nada recibáis daño de nosotros.

Ahora me regocijo - Considerando que "me arrepentí", habiéndolos arrepentido con mi carta, me regocijo AHORA, no porque les causó tristeza, sino que su tristeza resultó en arrepentimiento.

Vosotros entristecisteis - como antes, "os habéis arrepentido".

De una manera piadosa - literalmente, 'según Dios', de acuerdo con la mente de Dios; tal que lleva a uno a sentir la gravedad del pecado como algo contra Dios, y a buscar hacerse semejante a Dios.

Eso - orden griego, 'hasta el final que (cf.) en nada podríais recibir daño de nosotros.' Este, bajo Dios, era mi objetivo al 'hacer que se arrepientan', a saber, que el dolor, siendo "de una manera piadosa", no pueda "dañar", sino beneficiarlos grandemente.

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