Y Jehová envió a Natán a David. Y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad: el uno rico y el otro pobre.

El Señor envió a Natán a David. El uso de parábolas es un estilo favorito de hablar entre los pueblos orientales, especialmente para transmitir la verdad no deseada. Esta parábola, exquisitamente patética, se fundamenta en una costumbre común de los pastores que tienen corderos como mascotas, a los que crían con sus hijos y a los que se dirigen con términos cariñosos. La atrocidad de lo real, sin embargo, superaba con creces la de la ofensa ficticia.

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