Mi Dios ha enviado su ángel, y ha cerrado la boca de los leones, para que no me hagan daño, por cuanto ante él se halló inocencia en mí; y aun delante de ti, oh rey, no he hecho daño.

Mi Dios ha enviado a su ángel - el instrumento, no el autor de su liberación.

Y ha cerrado la boca de los leones -  Entonces, espiritualmente, Dios cerrará la boca del león rugiente por sus siervos, para que no pueda "devorarlos".

Puesto que ante él se halló en mí inocencia -En cuanto a que ante él se encontró mi inocencia, no absolutamente ante Dios (él niega tal argumento), sino en relación a este caso. Dios ha atestiguado la justicia de mi causa, al defender su culto y salvarme. Por lo tanto, el "en cuanto a" no justifica la doctrina romana de que las obras merecen la salvación.

Y también ante ti. La obediencia a Dios es totalmente compatible con la lealtad al rey. La desobediencia de Daniel al rey era aparente, no real, porque no fue por desprecio al rey, sino por respeto al Rey de reyes.

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