Y de en medio de ella salieron semejantes a cuatro seres vivientes. Y éste era su aspecto: tenían semejanza de hombre.

De en medio de ella salieron cuatro seres vivientes. El propio Ezequiel era de "naturaleza gigantesca, y por tanto adecuado para contrarrestar el espíritu babilónico de la época, que amaba manifestarse en formas gigantescas y grotescas" (Hengstenberg).

Criaturas vivientes - así debería haberse traducido el griego en el pasaje paralelo, no como la versión inglesa, "beasts"; pues uno de los "cuatro" es un hombre, y el hombre no puede ser calificado de "bestia".

Semejanza de un hombre. El hombre, el más noble de los cuatro, es el modelo ideal según el cual son modelados. El punto de comparación entre él y ellos es la postura erguida de sus cuerpos, aunque sin duda incluye también el porte general. También las manos.

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