Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,

Pablo llega a Éfeso y se encuentra con ciertos discípulos del Bautista, quienes, al recibir de él mayor luz, son bautizados, reciben el Espíritu Santo y hablan en lenguas (19:1-7)

Y sucedió que, mientras Apolos estaba en Corinto , donde su ministerio era tan poderoso que un grupo formidable en la iglesia de esa ciudad se gloriaba después en su tipo de predicación con preferencia a la de Pablo, sin duda por la marcada infusión de cultura filosófica griega que lo distinguía, y que parecía ser precisamente lo que el apóstol evitaba cuidadosamente ( 1 Corintios 2:1 ):

Pablo habiendo pasado por las costas superiores (o 'partes') - es decir, las partes interiores de Asia Menor, viajando hacia el oeste hacia Éfeso; con referencia a la cual (como si estuviera en la costa) todo desde Galacia y Frigia era elevado, y en parte montañoso.

Llegó a Éfeso - cumpliendo así su promesa condicional: "y encontrar ciertos discípulos",

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