Por tanto, mi corazón se alegró y mi lengua se alegró; además también mi carne reposará en esperanza:

Por eso se alegró mi corazón y se alegró mi lengua. En el Salmo la palabra es "mi gloria" [ kªbowdiy ( H3519 )], que la Septuaginta traduce no impropiamente, 'mi lengua', cuyo poder de articulación es la gloria que distingue al hombre por encima de los animales inferiores.

Además también mi carne - mi cuerpo, a diferencia del alma, que acabamos de mencionar.

Descansará (descansará en la tumba, como se desprende de lo que sigue), en esperanza - en la confiada esperanza de una bendita resurrección, como muestran las siguientes palabras:

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