Los cuales presentaron ante los apóstoles; y cuando hubieron orado, les impusieron las manos.

A quienes pusieron delante de los apóstoles: y cuando ellos (los apóstoles) hubieron orado, les impusieron las manos - proclamando un acto que todos los dones oficiales fluían de la Cabeza glorificada de la Iglesia, el otro simbolizando la comunicación de estos al oficio elegido, portadores a través de los canales reconocidos.

Continúan los triunfos del evangelio: Esteban se distingue a sí mismo, tanto por su predicación como por sus milagros (6:7-10)

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