Y no lo recibieron, porque su rostro parecía como si fuera a ir a Jerusalén.

Y no lo recibieron, porque su rostro parecía como si fuera a ir a Jerusalén. Los galileos, al ir a las fiestas de Jerusalén, generalmente tomaban la ruta samaritana (José Ant. 20: 6. 1) y, sin embargo, parece que no se encontraron con tal falta de hospitalidad. Pero si se les pidiera que prepararan alojamiento para el Mesías, en la persona de uno cuyo rostro era como si fuera a ir a Jerusalén, sus prejuicios nacionales surgirían ante un desaire tan marcado a sus pretensiones. (Ver la nota en).

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