Y Jesús le reprendió, diciendo: Calla, y sal de él.

Y Jesús le reprendió, diciendo: Calla, y sal de él. Una gloriosa palabra de mando. Bengel comenta que era sólo el testimonio dado a sí mismo lo que nuestro Señor pretendía silenciar. Que después grite de miedo o de rabia, Él lo permitiría de buen grado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad