Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron ('instrucción'); que por la paciencia y el consuelo de las Escrituras ('por el consuelo y la paciencia de las Escrituras'), tengamos esperanza:  'No penséis que porque tales porciones de las Escrituras se relacionan inmediatamente con Cristo, son inaplicables para vosotros ; porque aunque los sufrimientos de Cristo, como Salvador, fueron exclusivamente suyos, los motivos que los impulsaron, el espíritu con el que los soportó y el principio general implicado en toda su obra  y el sacrificio de sí mismo por el bien de los demás, proporciona nuestro mayor modelo perfecto y hermoso; y así toda la Escritura relacionada con estos es para nuestra instrucción.

Y como el deber de la paciencia, el fuerte con el débil, exige "paciencia", y éste también necesita "consuelo", todas aquellas Escrituras que hablan de paciencia y consolación, particularmente de la paciencia de Cristo, y del consuelo que sostuvo Él debajo de él, son nuestro alimento designado y apropiado, dándonos "esperanza" de ese bendito día cuando estos ya no serán necesarios.' (Ver las notas en Romanos 4:1 , Comentario 7, al final). Para la misma conexión entre "paciencia" y "esperanza", véase la nota en, y en.

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