Les dice que es la voluntad lo que principalmente hace que su caridad sea aceptable para Dios, que ve el corazón. Y que el diseño no es hacer que los demás vivan a sus anchas, en una condición más rica que los que dan, sino hacer una especie de igualdad, ya que sus hermanos en Judea se encuentran ahora en una gran pobreza y miseria. (Witham) --- Dios considera dos cosas en nuestras limosnas: primero, el celo y la buena voluntad con que damos nuestras limosnas; en segundo lugar, la grandeza de nuestras obras de caridad, es decir, si son proporcionadas a nuestros medios.

Si tienes poco, da un poco, pero con buena voluntad; si tienes mucho, da también mucho, pero con igual benevolencia y celo. Dios mide el alcance de nuestra caridad por la grandeza de nuestro celo, no exigiéndonos lo que no tenemos, sino lo que tenemos de sobra, aliviando a los demás, sin sobrecargarnos. (Bible de Vence) --- Cediendo lo superfluo, para que los pobres no quieran lo necesario. (Menochius)

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