A nosotros ... ha sido declarado, así como a ellos. Es decir, como Josué [Josué] y Caleb le dijeron al pueblo las riquezas del país de Canaán [Canaán], pero ellos no las creyeron; Por eso os hemos anunciado la felicidad del reino de los cielos; pero la palabra que oyeron (literalmente, la palabra de oír) no les aprovechó, no fue mezclada ni recibida con fe: no sea este vuestro caso.

(Witham) --- Así como la falta de una fe firme fue la causa del castigo de los israelitas, de su privación de una herencia prometida, los cristianos serán eternamente excluidos del reino prometido, a menos que crean y obedezcan firmemente el evangelio de Jesucristo. La razón por la que tan pocos se aprovechan de la palabra, es porque pocos se preocupan de meditarla, de digerirla y, por así decirlo, de incorporarla a sí mismos mediante las debidas consideraciones.

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