Y les dio suertes, lo que podían hacer legítimamente, cuando sabían que ambos estaban en forma y que cumplían con todos los requisitos para el cargo. (Witham) --- Muchos. Este método de decidir la elección de ministros por sorteo, es uno de esos métodos extraordinarios que fue inspirado por Dios; pero rara vez o nunca puede ser imitado. Cuando ambos candidatos parecían igualmente dignos, como en el presente caso, y el juicio humano no puede determinar cuál es el preferido, no se puede decir que fue un error decidirlo por sorteo.

Así se evitó cualquiera de las malas consecuencias que podrían haber ocurrido si una de las partes hubiera sido preferida a la otra. San Agustín observa que en un caso dudoso, donde ninguna de las partes es mala, decidir por sorteo no es en sí mismo incorrecto. Sors enim non aliquid mali est, sed res est in dubitatione humana divinam indicans voluntatem. (En el Salmo xxx.) (Haydock)

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