He aquí la sierva. Con toda modestia y humildad de corazón y mente, la Santísima Virgen consintió a la voluntad divina: y desde ese momento en ella fue concebido el Salvador y Redentor del mundo. (Witham) --- Así debe la virgen, que dio a luz la mansedumbre y la humildad misma, mostrar un ejemplo de la más profunda humildad. (San Ambrosio)

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