Alegría en el cielo, etc. Qué incitación no debería ser para nosotros a practicar la virtud, cuando reflexionamos que nuestra conversión alegra a las tropas de los espíritus bienaventurados, cuya protección siempre debemos buscar y cuya presencia siempre debemos reverenciar. (San Ambrosio) --- Hay mayor alegría por la conversión de un pecador, que por la perseverancia del justo; pero sucede con frecuencia que estos, libres de la cadena del pecado, permanecen en verdad en el camino de la justicia, pero no avanzan ansiosamente hacia su país celestial; mientras que los que han sido pecadores, sienten dolor por el recuerdo de sus transgresiones anteriores, y recuerdan cómo han abandonado a su Dios, se esfuerzan con el fervor presente por compensar su mala conducta pasada.

Pero hay que recordar que hay muchos justos, cuyas vidas causan tal alegría a la corte celestial, que todos los ejercicios penitenciales de los pecadores no pueden ser preferidos antes que ellos. (San Gregorio, hom. Xxxiv.)

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