Los demonios sabían que era Cristo, quien había sido prometido por tantas edades antes; porque le vieron realizar las maravillas que los profetas habían predicho de él; sin embargo, no conocían perfectamente su naturaleza divina, o de lo contrario nunca habrían perseguido hasta la muerte y crucificado al Señor de la gloria. (San Agustín) --- Pero Cristo no les permitió declarar que lo conocían. (Biblia de Vence) --- Ver Lucas iv. 41.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad