De acuerdo con el evangelio, de hecho, son enemigos por tu bien. Es decir, enemigos tanto para ustedes, porque ven el evangelio predicado y recibido por ustedes, como enemigos de Dios, porque él los ha rechazado ahora por su ceguera voluntaria; sin embargo, según la elección, Dios los hizo una vez sus elegidos, y a causa de sus antepasados, los patriarcas, son muy queridos por amor a los padres: porque los dones y la vocación de Dios son sin arrepentimiento, en la medida en que Dios es inmutable, y sus promesas, hechas absolutamente, no pueden fallar. (Witham)

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