Hasta la ley, el pecado estaba en el mundo. Es decir, desde la caída de Adán, tanto el pecado original como los pecados reales infectaron verdaderamente a toda la humanidad. (Witham) --- No imputado. Es decir, los hombres no conocían el pecado o no lo tenían en cuenta; tampoco les fue imputado, de la manera en que lo fue después, cuando transgredieron la conocida ley escrita de Dios. (Challoner) --- Todos fueron concebidos y nacidos en pecado, en lo que llamamos pecado original, y con riesgo de muerte, incluso los infantes, que no llegaron al uso de la razón, y en consecuencia no pudieron pecar después de la semejanza de la transgresión. de Adán, o imitando su pecado, pero nacieron en pecado; y además de esto, toda clase de pecados reales, que los hombres cometieron por su propia voluntad perversa, reinaban en todas partes del mundo.

Pero ante la ley estos pecados no fueron imputados, es decir, no fueron pecados declarados, que merecieran los castigos que ordenaba la ley. --- Adán, que es una figura del que estaba por venir. Es decir, de Cristo, a quien el apóstol llama el postrer Adán, 1 Corintios xv. 45. Pero era una figura por contrarios. Por el primer Adán, el pecado y la muerte entraron en el mundo; por Cristo, justicia y vida. (Witham)

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