Si cumples la ley real ... amarás, etc. lo haces bien. Con estas palabras, el apóstol explica lo que antes había dicho sobre el particular respeto que se brindaba a los ricos y poderosos, que si no eran más que unas marcas exteriores que les pagaban sin ninguna injusticia ni desprecio interior de los pobres, de modo que cuidó de cumplir con ese regio precepto dado a cada uno por Dios Todopoderoso, Rey de reyes, amarás a tu prójimo, es decir, a todos sin excepción, como a ti mismo; en esto haces bien; y el respeto de las personas era menos censurable. (Witham)

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