para nombrar a los que lloran en Sion, para darles hermosura, un tocado de adorno, la tiara del novio, en lugar de ceniza, el aceite de gozo por luto, el manto de alabanza por el espíritu de aflicción , de angustia y desánimo; para que sean llamados árboles de justicia, la plantación del Señor, para que Él sea glorificado, el hecho de que los creyentes se hayan convertido en participantes de Su misericordia redunde en Su alabanza.

Es el Mesías mismo quien está hablando aquí, porque así interpreta el pasaje en Su gran sermón en Nazaret, Lucas 4:18 . Se dice repetidamente en las Escrituras que el Mesías tiene el Espíritu de Jehová, que ha sido ungido con el Espíritu Santo sin medida. Sin embargo, la unción de parte de Jehová no se refiere simplemente al reconocimiento y la aceptación de la persona de Cristo, sino que incluye la imposición de un cargo sobre Él, dándole un oficio para realizar.

Es el oficio profético de Cristo lo que aquí se destaca tan claramente, su obra de llevar el Evangelio a los pobres pecadores. Esa es la esencia de Su obra, anunciar el mensaje gozoso, la gloriosa noticia de la salvación a todos los hombres. Dios lo ha comisionado para vendar a los quebrantados de corazón, los pobres, los pecadores perdidos y arrepentidos, para proclamar la liberación a aquellos que han sido llevados cautivos por el pecado y Satanás, para decirles a los que están atados que deben ser libres, que su Se han abierto las puertas de las cárceles para anunciar que ha llegado un año, un período interminable, del beneplácito y el favor de Jehová, un día en el que Él vengará sus propios males y los de su pueblo sobre sus enemigos.

Porque el propósito de su obra es traer consuelo y gozo a los dolientes, reemplazar las cenizas en su cabeza con el turbante y la tiara de gozo, como la que usa un novio feliz, para ponerse el aceite de alegría y adorno después de la muerte. período de profundo duelo, cuando estaban en el poder de Satanás. Donde antes reinaba el espíritu de angustia e inquietud, se pondrá el manto de alabanza a Jehová.

Todo esto dará como resultado que los creyentes sean árboles de justicia, caracterizados por los frutos de justicia en ellos que son el resultado de la fe. Porque todo esto no es obra de ellos, una cuestión de glorificación farisaica, sino que son la plantación de Jehová, que vive en ellos, y es por Su favor y misericordia que serán glorificados ante Él. Tal es el oficio del Mesías, Jesucristo, el Señor.

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