Allí pusieron a Jesús, por tanto, a causa del día de preparación de los judíos; porque el sepulcro estaba cerca.

Cuando, en la hora de la prueba, los apóstoles le fallaron a su Señor, otros discípulos, hasta entonces casi desconocidos, profesaron con valentía su lealtad al odiado Nazareno. Uno de estos hombres era José, un consejero, miembro del Sanedrín, cuya casa estaba en Rama o Arimatea, la ciudad de Samuel, 1 Samuel 1:1 . Había mantenido en secreto sus convicciones acerca de Jesús por temor a los judíos.

Pero ahora se adelanta valientemente, va a Pilato y pide que le den el cuerpo de Jesús. Pilato, habiendo hecho las averiguaciones necesarias sobre la muerte del Crucificado, concedió el permiso. Entonces José partió hacia el Calvario para bajar el cuerpo de su Maestro. Y aquí se le unió Nicodemo, de quien el evangelista ha hablado en dos lugares, Juan 3:1 ; Juan 7:50 .

Este hombre también había llegado al conocimiento de la verdad; creía en Jesús como su Salvador. Llegó al Calvario bien preparado para la última obra de amor del Maestro, llevando una mezcla de mirra y áloe, especias aromáticas utilizadas para el embalsamamiento de los muertos, un total de cien litros o libras judías, casi setenta libras avoirdupois. Siendo un hombre rico, estaba dispuesto a mostrar su devoción por su Señor, el compuesto de especias que traía era suficiente para ungir todo el cuerpo así como para saturar los paños de la tumba.

Habiendo bajado el cuerpo de la cruz, estos dos hombres lo prepararon para el entierro, envolviéndolo en las sábanas del entierro con las especias aromáticas, a la manera de los judíos al preparar los cuerpos para el sepulcro. En el lugar de la crucifixión, junto a él o muy cerca de él, había un jardín, donde José tenía su propia tumba de roca, que nunca había sido utilizada para un entierro y por lo tanto no había sido profanada por el olor de la carne en descomposición.

La razón principal del apresurado sepulcro en el sepulcro cercano fue la proximidad de la gran fiesta de los judíos. El día de preparación terminó con la puesta del sol, después de lo cual se prohibió el trabajo manual de cualquier tipo. Nota: Jesús recibió, después de toda la vergüenza y deshonra de Su prueba y muerte, al menos un entierro honorable: fue puesto en la tumba de un hombre rico y fue enterrado a la manera de un hombre rico.

Todos estos factores apuntan hacia su glorificación inminente. No hay nada terrible en el sepulcro de Jesús; parece más bien un diván para dormir tranquilamente. Jesucristo, el Salvador del mundo, con Su sepultura ha santificado las tumbas de todos Sus santos, las ha convertido en lugares de reposo tranquilo, donde esperan en paz el gran día de la resurrección.

Resumen. Jesús, después de más burlas, es condenado a muerte por Pilato, es crucificado en el Calvario, entrega su vida en manos de su Padre celestial y es sepultado por José y Nicodemo, quienes habían sido sus discípulos secretos durante algún tiempo.

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