Aquí tenemos el mensaje de esperanza (versículos 9: 1-7) en la gloriosa imagen del Libertador Venidero, con el igualmente glorioso registro de los resultados de Su Venida. Es uno de los pasajes mesiánicos más importantes del Antiguo Testamento.

A esto le sigue inmediatamente una profecía de juicio sobre Israel, que se divide en cuatro partes distintas, cada una de las cuales termina con las palabras: "Por todo esto, su ira no se apartó, sino que su mano aún está extendida". Por esta razón hemos incluido en nuestra lectura los primeros cuatro versículos del capítulo

En el primero, reprende su orgullo y declara que, como consecuencia de ello, Jehová enviará contra ellos a los sirios y los filisteos. En el segundo, anuncia y denuncia la terquedad de corazón de ellos, y declara que a causa de ello Jehová destruirá a sus propios líderes y, por lo tanto, los castigará. En el tercero, describe la prevalencia y la ferocidad de su maldad, y anuncia el juicio de la contienda civil, por la que se consumirán mutuamente. En el cuarto, describe la corrupción de los jueces y gobernantes del pueblo, y declara que serán abrumados y destruidos por el pueblo.

Mediante todas estas medidas de juicio, el pueblo afligido manifiesta terquedad de corazón y perseverancia en la iniquidad, de modo que no se puede apartar la ira de Jehová, aunque su mano afligida continúa extendida.

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