Tito no se menciona en los Hechos de los Apóstoles. De la carta aprendemos que fue un converso del apóstol. Además, sabemos que era griego.

Esta carta le llegó mientras estaba en Creta, en circunstancias peculiares; su misión era poner orden en la iglesia. Por tanto, el apóstol le ordenó nombrar ancianos. Definió la función del anciano como la de mayordomo de Dios, y mostró que la función se cumpliría mediante la lealtad a "la palabra fiel que es conforme a la enseñanza". Solo hombres de carácter debían ser nombrados para ese cargo. El anciano debe ser irreprensible como hombre de familia, en su carácter personal y en su relación con la verdad.

Había maestros judaizantes en Creta, y el apóstol estableció un principio importante para tratar con ellos: "Para los puros todo es puro, pero para los inmundos e incrédulos nada es puro". Esto cortaba claramente la enseñanza de los referidos, que consistía en insistir en ciertos mandamientos ritualistas. A Titus se le encargó "reprenderlos duramente". Hay formas de maldad que exigen el bisturí del cirujano. La razón de la severidad es que los propósitos más elevados del amor pueden realizarse.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad